Vienes. Escapando...de tus propios laberintos
Vienes desde lejos. Y de cerca.
De donde la soledad es llanto.
De donde la espera es grito.
Desde donde habita el alma sumida en sus destierros.
En un tiempo de rencores, dudas y esperanzas.
De llamados...Repetidos hasta la infinitud del cansancio.
tal vez...te sabe a mieles, la sal de los caminos.
¡Eterno navegante de estrellas, sin Destino!
Te encuentro. En la frontera que marca el surco del olvido.
Y es tu voz el eco herido
que brota y se despeña, en los montes...escondido.
Vagabundo de mil soles. ¡Catador de los caminos!
¡Alma errante que en el Mundo ara y busca, Su Camino!
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